Como humanidad estamos ante una problemática sin precedentes. El avance de la crisis climática no solo ha profundizado las desigualdades y la falta de acceso a bienes indispensables como el agua y el aire limpio, sino que incluso amenaza con la desaparición de la vida en la Tierra.
En este panorama, transformar nuestra relación con el ambiente es el mejor camino hacia un mañana donde sea posible vivir en una sociedad sostenible que respete la integridad, los derechos y la dignidad de todos los seres vivos que habitamos el planeta: una sociedad con justicia climática.
Para lograrlo, es fundamental reconocer nuestro rol en esta nueva realidad ambiental y abrirle paso a un cambio justo que no deje a nadie atrás, que se alimente de nuevas formas de energía y que responda al llamado de aquellas personas que, con dignidad y decisión, siguen luchando por la defensa de la vida en la Tierra.
Motivados por las historias y el trabajo de las comunidades y las personas defensoras ambientales en los territorios, queremos sumar esfuerzos para construir una agenda común, compasiva, inspirada e informada. En ella manifestamos nuestra intención de dar un paso adelante en este camino, dialogando acerca de esta nueva realidad con urgencia y esperanza. Nuestro propósito es que todas las acciones futuras se dirijan a la protección de las personas, especies y ecosistemas más vulnerables; garantizando los derechos humanos y de la naturaleza, y cuidando cada parte del inmenso sistema ecológico que hace posible la vida en el planeta.